6 de agosto de 2010

Buceo Invisible: la Música de los Niños Tristes

buceo invisible, originalmente cargada por sebastián santana camargo.






Buceo Invisible es una rotura por donde pasa otro cielo
gestos del amor encontrados de madrugada
cuando las casas se congelan
y en los ojos de los animales
llueven signos de otro mundo
BUCEO INVISIBLE


Hay pocas bandas de las cuales se pueda decir que leen. Que leen bien y, además, que hacen música de la buena. Una de esas excepciones, a la regla de bandas marketineras, son los uruguayos de Buceo Invisible . La sonoridad que proponen deviene del trabajo de 9 años, de un colectivo (“Movimiento Artístico – Expresivo”) que produce desde narrativa, poesía, hasta pintura, fotografía, videoarte, performances y, claro, discos.


“Música para niños tristes” (Perro Andaluz, 2006) es un disco que cristaliza el trabajo conceptual de cinco chicos que comparten residencia en el barrio Buceo y una determinada forma de entender el arte y de no entender el mundo, así como también de residuos teóricos de lecturas como "Elogio de la razón sensible" de Michael Maffesoli y "Noticias recientes sobre la hibridación" de Nestor García Canclini. ¡Wow, conocen a Canclini!. 


Sus tocatas (llamadas por ellos, “muestras”) se realizan en espacios de recuperación y mediante la intervención del sitio -con todas las armas que tienen- combaten “la masividad, la despersonalización, la cultura rock como banda sonora del mundo del consumo y los shoppings juveniles disfrazados”. Y es a través de esa resistencia -a las bandas de laboratorio y su público enajenado- que Buceo Invisible, como espacio grupal, se mueve y experimenta. 


Da de cabeza contra las pipetas y ácidos para crear melodías dulces y melancólicas que -cercanas a la ironía que encierran las cabezas pensantes- connota sonidos agudamente personales y caseros como lo es su primer single: “Domingo”. Nota aparte: creo que cualquier canción que se titule así, estará destinada para los timbres intimistas y nostálgicos: debe ser parte de nuestra cultura latinoamericana del “tengo lata”.


“Música para Niños Tristes” fue nominado a los Premios Graffiti 2007 como mejor revelación y mejor canción del año (adivinen, Domingo) y antologado por la Revista de música española Zona de Obras como “Apuesta Musical 2007”. Y esto, sólo habiéndose presentando en antros como “Sala Zitarrosa” o “Espacio Guambia” de Montevideo, que acá -en Chile- sería algo así como “La Salita” de Merced y con suerte “El Living” del Cinearte Alameda. 


Como grupo han sufrido la muerte de uno de sus integrantes nucleares, como fue Álvaro Bassi, las anónimas ediciones en formato de cassettes piratas y la difusión independiente del mano a mano, sólo sosteniéndose en la convicción y la empalagosa heteronomía que resulta del trabajo de Diego Presa (voz, guitarras, bajo, teclados, percusión y programaciones), Jorge Rodríguez Rearden (bajo y voz), Fabián Cota (guitarra y programaciones), Marcos y Santiago Barcellos (textos), Pablo Costanzo y Juan Pablo Lacuaque (arte visual).   Para enterarnos del centro de la nostalgia de Buceo, conversamos con Diego, el frontman de Buceo, de los chicos que crecieron escuchando a Violeta Parra y Víctor Jara.


¿Cómo definirían su creación musical? 
Diego: Nos cuesta muchísimo definir nuestro trabajo, tanto en lo musical como en las otras disciplinas que intentamos conjugar. Digamos que amamos las canciones y que, por otro lado, tratamos de articular las músicas con la poesía y las diferentes formas de tratar la imagen. En Uruguay vivió y murió un trovador llamado Eduardo Darnauchans –añade un espero que lo conozcan por allá- que es una severa influencia para nosotros. Junto con nuestros referentes musicales más claros están R.E.M., Beatles, Dylan, Pink Floyd, Radiohead y muchos otros. También debemos hablar de influencias literarias, como lo son Vallejos, García Lorca, Onetti y Bukowski, y también, por qué no, cinematográficas: Tarkovski, Bergman y Rohmer.


¿Como sienten que es recibida su música en Uruguay?
Durante muchos años Buceo Invisible fue un grupo muy underground, y aún lo sigue siendo. Nos movemos en ámbitos bastante pequeños y no tradicionales (nos hemos presentado en casas viejas, talleres mecánicos abandonados, teatritos). Pero a partir de la edición, en el 2006, del disco “Música para niños tristes” nos hemos sorprendido mucho ante la recepción entusiasta de la crítica y el feedback con la gente. La salida del disco nos proporcionó más “visibilidad” pero seguimos (así lo sentimos) habitando un sub-suelo montevideano mucho más ampliado en comparación a nuestra historia de nueve años casi en secreto acompañados por un grupo de 100 personas que seguía a Buceo por sótanos húmedos, haciéndonos pensar que algo más allá de nosotros se producía en esos encuentros.


Entiendo que funcionan como un colectivo, por lo cual me pregunto ¿Cuáles son las conexiones intrínsecas que ustedes realizan con las propuestas visuales, gráficas, tipográficas y audiovisuales? 
Desde un primer momento, espontáneamente, trabajamos la música, la poesía y la imagen (ya sea a través de la fotografía o el videoarte) y tratamos de conjugar estas distintas vertientes en nuestros espectáculos. En las muestras apuntamos a generar un clima que termina siendo parte de la cosa, no armamos un recital, una lectura, ni un toque de rock, sino que pensamos estos encuentros de forma diferente. Pues existe una intención de trabajar los diferentes espacios escénicos, la articulación música-palabra-imagen, tratando de generar algo menos sobrecodificado que entusiasme y sorprenda, en primer término a nosotros mismos. Si esto sucede sabemos que hay algo que por añadidura se transmite, que viaja hacia el otro y resuena. No creemos que esto sea algo demasiado nuevo, pero realmente intentamos plasmar la verdad de nuestros corazones en lo que hacemos.


¿Cómo ven el panorama de la música Indie en Uruguay?
Creemos que el término “independiente” excede un estilo o una movida. En Uruguay la mayoría de la música se mueve por carriles de “independencia”, por lo menos en lo que se refiere a la falta de una producción ejecutiva manejada por grandes compañías. Si existe una pequeña escena “indie”, formada por algunas bandas y solistas (de los cuales nos gustan especialmente Fernando Henry y Franny Glass). Aunque, sinceramente no nos sentimos parte de ninguna movida, pues hemos trabajado muy solos en todos estos años.


¿Qué piensan ustedes acerca de la crisis que vive el disco, como formato material de la música?
La verdad es que no hemos reflexionado mucho acerca de este tema. Pero de cualquier forma nos encantan los discos, como objeto cultural y como fuente artística. Los mp3 y sus eternos playlists nos agobian, despersonalizan un poco la relación escucha-intérprete. Por otro lado, el acceso al material eludiendo los intermediarios multinacionales nos parece una maravilla.


¿Cuáles son sus próximos proyectos? 
En este momento estamos grabando un nuevo disco que esperamos se edite para mediados de año. Nos encontramos en un momento de mucha energía y varios proyectos. Nos encantaría ir a Chile: las limitantes son solamente económicas.
Yo le respondo que es de esperar que alguna productora los traiga a Chile, para que podamos disfrutar de la perfomance de los chicos tristes y sus mariposas amarillas.

Video: "Domingo”- Buceo Invisible





Escúchalos y míralos en:
http://www.buceoinvisible.com

Publicado en INDIE.CL, Marzo del 2008

1 comentario:

Javier Muñiz dijo...

Hola bello blogg, , te encontré en un blogg común, si te gusta la poesía te invito al mio, será un placer, es,
http://ligerodeequipaje1875.blogspot.com/
muchas gracias, buen día, besos